Sobre morfea guttata (esclerosa)

¿Qué es la morfea guttata (esclerosa)?

El liquen escleroso es un trastorno crónico de la piel que afecta con mayor frecuencia a las mujeres posmenopáusicas. Sin embargo, a veces se identifica entre mujeres premenopáusicas y, aún más raramente, entre hombres. Cuando se encuentra en los hombres, la enfermedad se conoce como balanitis xerótica obliterante.

El liquen escleroso se caracteriza por cambios en la piel de los genitales externos (es decir, vulva, cabeza del pene), aunque también pueden verse afectadas otras partes del cuerpo. La picazón intensa a menudo acompaña a los ataques de liquen escleroso. El trastorno no es contagioso ni es una enfermedad de transmisión sexual. En el pasado reciente, se ha reconocido un componente genético para el liquen escleroso. Además, muchos investigadores clínicos creen que es un trastorno del sistema inmunológico. La comprensión de las causas de este trastorno es aún incompleta. El liquen escleroso puede desarrollarse simultáneamente con otras afecciones.

¿Cuáles son los síntomas de la morfea guttata (esclerosa)?

La morfea afecta la piel y el tejido subyacente y, a veces, el hueso. La condición generalmente dura varios años y luego mejora o, a veces, desaparece por sí sola. Puede dejar cicatrices o áreas de piel oscurecida o descolorida. Es posible que la morfea recurra.

¿Cuáles son las causas de la morfea guttata (esclerosa)?

Se desconoce la causa de la morfea. Puede ser causado por una reacción inusual de su sistema inmunológico. En las personas con mayor riesgo de morfea, podría desencadenarse por una lesión en el área afectada, medicamentos, toxinas químicas, una infección o radioterapia.

La condición no es contagiosa.

¿Cuáles son los tratamientos para la morfea guttata (esclerosa)?

La morfea suele durar varios años y luego desaparece sin tratamiento. Puede dejar cicatrices o áreas de piel oscurecida o descolorida. Hasta que su condición desaparezca, es posible que desee buscar un tratamiento que le ayude a controlar sus signos y síntomas.

Las opciones de tratamiento varían según el alcance de su afección y cómo está afectando su vida. Incluyen:

  • Cremas medicinales. Su médico puede recetarle una crema con vitamina D, como calcipotrieno, para ayudar a suavizar las manchas de la piel. La piel generalmente comienza a mejorar durante los primeros meses de tratamiento. Los posibles efectos secundarios incluyen ardor, escozor y sarpullido.

    O su médico puede recetarle una crema con corticosteroides para reducir la inflamación. Cuando se usan durante mucho tiempo, estas cremas pueden adelgazar la piel.

  • Terapia de luz. Para la morfea grave o generalizada, el tratamiento puede incluir el uso de luz ultravioleta (fototerapia).
  • Medicamentos orales. Para la morfea grave o generalizada, su médico puede recetarle un medicamento inmunosupresor, como metotrexato oral (Trexall), pastillas de corticosteroides o ambos. O su médico puede sugerirle hidroxicloroquina (Plaquenil) o micofenolato mofetilo. Cada uno de estos medicamentos tiene efectos secundarios potenciales. Hable con su médico acerca de los riesgos y beneficios de un medicamento antes de usarlo.
  • Terapia física. Si la condición afecta sus articulaciones, la fisioterapia podría preservar su rango de movimiento.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la morfea guttata (esclerosa)?

Ciertos factores pueden afectar su riesgo de desarrollar morfea, que incluyen:

  • Ser blanco y mujer. La morfea es más común en mujeres blancas.
  • Años. La condición puede afectar a personas de cualquier edad. Suele aparecer entre los 2 y los 14 años o a mediados de los 40.
  • Antecedentes familiares de morfea. Esta condición puede darse en familias. Las personas con morfea tienen más probabilidades de tener antecedentes familiares de morfea y otras enfermedades autoinmunes.

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